niñas leyendo un cuento

¿Por qué son tan importantes las ilustraciones en los libros infantiles?

El poder de la imagen

El diseño de libros infantiles juega un papel fundamental en la comercialización y éxito de estos libros. Aunque el contenido es crucial, el diseño tiene un impacto significativo en la manera en que los niños y sus padres perciben un libro, así como en su deseo de adquirirlo. Desde la portada hasta la disposición de las ilustraciones y el texto, cada detalle está pensado para captar la atención del joven lector y fomentar su imaginación.

madre e hija leyendo

Uno de los aspectos más destacados del diseño de libros infantiles es la importancia de las ilustraciones. A diferencia de los libros dirigidos a adultos, en los que el texto es el centro de la experiencia, los libros infantiles se caracterizan por una fuerte presencia visual. Las imágenes no solo complementan la historia, sino que juegan un papel narrativo fundamental. Los niños, especialmente los más pequeños, se sienten atraídos por las ilustraciones vibrantes y coloridas, que les permiten entrar en un mundo de fantasía y aventura.

Además, el diseño de un libro infantil debe considerar cómo las ilustraciones interactúan con el texto. La disposición de las imágenes y las palabras tiene que ser armoniosa, de modo que las ilustraciones no sobrecarguen al lector, sino que lo acompañen y faciliten la comprensión de la historia. Un diseño de libros infantiles bien logrado asegura que el contenido sea accesible, atractivo y adecuado para la edad del lector al que va dirigido.

¿Cómo debe ser una buena portada?

Otro elemento clave del diseño de libros infantiles es la portada. Esta es la primera impresión que los niños y los padres tendrán del libro. Una portada atractiva y bien diseñada puede hacer que el libro destaque en las estanterías de las librerías y que capte la atención de los compradores. Un buen diseño de portada debe ser visualmente impactante, pero también reflejar el tono y el tema del libro. Los colores, las formas y la tipografía juegan un papel crucial en la creación de una portada que atraiga a los niños y los invite a abrir el libro.

niños leyendo

En este sentido, los ilustradores desempeñan un papel fundamental. La portada es una de las primeras oportunidades que tienen para contar una historia visualmente, dando pistas sobre el contenido y el estilo del libro. Es una carta de presentación que debe despertar la curiosidad y el interés de los futuros lectores.

Diseño funcional y educativo

El diseño de libros infantiles también debe ser funcional y educativo. A medida que los niños crecen, necesitan libros que les ayuden a desarrollar habilidades cognitivas y lingüísticas. Los libros infantiles pueden enseñarles a reconocer formas, colores, letras y números, pero también pueden transmitir valores y enseñanzas sobre el mundo que los rodea. Por lo tanto, el diseño de estos libros debe tener en cuenta el aspecto pedagógico y la facilidad de uso. Por ejemplo, los libros interactivos con solapas, texturas o elementos de movimiento pueden fomentar la participación activa del niño en la lectura, lo que aumenta su interés y retención.

Lali Miró

El trabajo de Lali Miró: Una ilustradora que da vida a las historias

Un ejemplo destacado de la importancia del diseño de libros infantiles es el trabajo de la ilustradora Lali Miró. Lali, nacida y residente en Barcelona, ha logrado crear ilustraciones que no solo decoran, sino que cuentan historias en sí mismas. Su estilo se inspira en la cotidianeidad y en los pequeños momentos que pasan desapercibidos pero que son extraordinarios en su simplicidad. Lali ha trabajado con la intención de crear libros que hagan soñar, ofreciendo una chispa de luz en cada página.

Su primer libro como autora integral, El Contagi, ha sido reconocido con el prestigioso Premio de Álbum Ilustrado Vil·la de Térmens y será publicado en 2023 por la editorial Meraki. Su capacidad para combinar ilustración y narración ha hecho que su trabajo resuene profundamente con los niños y adultos por igual. Lali se ha formado en la Escuela de la Dona de Barcelona y la École Duperré de París, además de aprender de manera autodidacta. Su enfoque único del diseño de libros infantiles demuestra que la ilustración no solo es un complemento visual, sino una parte esencial del proceso narrativo, creando mundos visuales que hacen que los libros sean inolvidables para los niños.